Abuela, si estuvieras hoy aquí y lo vieras.
Soy feliz en medio del declive. Vivo en un apartamento de alquiler en una
bonita ciudad. Hace unos meses tenía un empleo con un sueldo mínimo
interprofesional, pero me han dado la patada en el culo, y ahora no tengo ni
eso.
Bueno, tengo mucho más que otros. Pero
abuela, el mundo se rompe. Cada día son más sangrientas y horribles las
batallas de los hombres. La avaricia está dejándonos un flujo inmenso de
refugiados, guerras que nunca acaban, gobiernos corruptos que obligan a la
gente a quedarse en la calle, sin trabajo. Gente matando a gente por negocios
sucios, maltratos, violencia de género, etc. Abuela, el mundo da miedo.
Tengo una bonita familia como bien sabes, y
mucha gente hermosa que me quiere. Me he enamorado. Yo sigo con mi sonrisa, y
mis ganas. Sigo tocando la guitarra y componiendo mis canciones. Como decía mi
padre, siempre podré ganarme la vida si permanezco unida a ella.
Recuerdo cuando me decías que fuera feliz,
volara, luchara por mis sueños y en ese descubrirme, siempre regresara a mis
raíces. A los míos. A mi hogar.
Lo he hecho. He llorado, he sentido miedo,
dolor, nostalgia, me han roto el corazón infinidad de veces, han cambiado a la
niña que fui. Mis heridas siguen abiertas. Nunca se curarán. Siempre quedará
una pequeña cicatriz de mis vivencias. Esas vivencias que necesitaba
experimentar. Y para bien o para mal, han hecho que hoy sea la mujer que soy.
He sido afortunada. Los míos siempre han
estado esperando mi llegada. Mis vueltas a casa han sido reconfortantes.
Intensas. Rápidas. Y es por ese apoyo de los míos, por el cual me he forjado, y
me he hecho dura. Hoy pienso que sin ellos, hubiera estado muy perdida en este
mundo egoísta, e individual. Me hubieran lastimado mucho más.
Hoy estoy en mi jardín fumando en pipa. Me
gusta hacerlo, porque me siento en casa. Me siento con fuerzas para seguir
escribiendo. Tranquila. Pensando en que la vida sigue, y nos prepara para lo
peor. Nos prepara para seguir luchando por nuestra existencia. Nos hace crecer.
Y es que abuela, ojalá estuvieras aquí para poder ver en la mujer que me he
convertido.
Comentarios
Publicar un comentario
Dejar vuestro comentario acerca del post