Los diamantes son simplemente piezas de carbón hechas con paciencia.
Nada es tan bueno, ni tan malo. Dejemos el todo y el nada a un lado. No hay que ser tan extremista. Ni tan exquisito.
La vida son momentos. La vida está dándonos continuas pistas. Es como saborear por primera vez un vino joven de tu propia cosecha. Y volver a hacerlo después de unos años.
¿Os gustan las gymkhanas? Ni lo que parece, se parece. Cada momento es único. Dios no juega a los dado. Einstein por alguna razón creía en Dios y se equivocó.
Las leyes de la física, hasta la llegada de la física cuántica siempre han tenido la concepción de un universo regido por un orden preestablecido, y Einstein tenía la misma perspectiva filosófica.
El tiempo no se para. Intentemos seguirle, porque amenaza siempre con irse rápido. Lo más seguro, que cuando se pare no avise. Y nosotros, tenemos que ir con él. Son las reglas del juego. Participas por narices.
El esfuerzo conlleva hacer las cosas bien. Con humildad, y con paciencia. Sacrificio. ¡Maldito sacrificio, el de los que lo disfrutamos!
Estoy segura que el tiempo en algún momento se parará a darnos la palmadita en la espalda.
Las leyes de la física, hasta la llegada de la física cuántica siempre han tenido la concepción de un universo regido por un orden preestablecido, y Einstein tenía la misma perspectiva filosófica.
El tiempo no se para. Intentemos seguirle, porque amenaza siempre con irse rápido. Lo más seguro, que cuando se pare no avise. Y nosotros, tenemos que ir con él. Son las reglas del juego. Participas por narices.
Creemos que la cantidad es abundancia, y la riqueza felicidad. Mentira. No todo es lo que parece.
Bebamos otra copa de vino.
El esfuerzo conlleva hacer las cosas bien. Con humildad, y con paciencia. Sacrificio. ¡Maldito sacrificio, el de los que lo disfrutamos!
Estoy segura que el tiempo en algún momento se parará a darnos la palmadita en la espalda.
Si buscas, más encuentras. No somos ni mejor, ni peor que nadie. Simplemente somos. Bebamos otro sorbo de vino, y endurezcamos. Hagámonos más fuertes.
Disfrutemos del aprendizaje, o al menos del camino como lo hacía Jack Kerouac.
Las soluciones siempre se encuentran en un nivel completamente opuesto al de los problemas. Tanteemos el terreno.
No soy un diamante en bruto, como decía Jose Luis, el señor que me alquilaba su vivienda en mis años de universidad, e intentaba colarse para ver si todo estaba en orden en su propiedad.Las soluciones siempre se encuentran en un nivel completamente opuesto al de los problemas. Tanteemos el terreno.
Tampoco soy un diamante tallado, y hermoso, listo para entrar en el dedo corazón, y sentirse querido.
No me siento nada de eso, pero he aprendido a oler un poco mejor a los que venden el agujero del culo de una rata como si fuese uno de esos diamantes de los que hablamos.
Y seguiría escribiendo, pero creo que voy a hacerle caso a Baudelaire, y me voy a beber otro vino. Necesito absorber lo que realmente está pasando.
Comentarios
Publicar un comentario
Dejar vuestro comentario acerca del post