10 de abril de 2017, a la 1.30h de la mañana
El agresor vuelve a tocar el timbre del segundo piso. Grita cosas a la madre de dos niños. Está borracho.
Los niños corren a tocarme la puerta. Entran. Dicen que su madre no está en casa.
Llamo a la policía. Ellos vienen.
Pongo un capítulo de Los Simpson para entretener a los niños. Me cuentan que él tiene una orden de alejamiento.
Viene la policía y localizan a la madre. Supuestamente está en el hospital. Viene y todos a sus casas. El agresor se ha ido al ver a la policía. Y la madre vuelve a retomar la responsabilidad de tutora de dos menores.
Yo vuelvo a la cama. Pero como la última vez, no puedo dormir.
Casualmente había empezado a ver la película de Simone de Beauvoir. Biografía de una escritora, profesora y filósofa francesa que defiende los derechos humanos y la mujer. Decía: "Lo que es seguro es que ahora es muy difícil para las mujeres asumir a un tiempo su condición de individuo autónomo y su destino femenino; es la fuente de estas torpezas y malestares que a veces las presenta como "un sexo perdido". Y sin duda es más cómodo sufrir la esclavitud ciega que trabajar por la liberación: los muertos también están mejor adaptados a la tierra que los vivos".
"No se nace mujer: llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino".
16 de marzo de 2017 a las 3.00h de la mañana
Esta madrugada he presenciado algo que me ha mantenido despierta toda la noche.
Una pequeña de 14 años ha tocado la puerta de mi casa a las 3 de la mañana para pedir socorro porque su padre estaba pegando una enorme paliza a su madre. Desde la escalera se escuchaban gritos desgarradores pidiendo socorro. La mujer abrió la ventana para comunicarse con su hija. Su hija lloraba.
He avisado a la policía, y la espera con la niña se ha hecho interminable.
Cuando han llegado, y después de ver y escuchar los diferentes testimonios, se han llevado al tipo, y la mujer ha tenido que ir al hospital. Los dos niños de 10 y 14 años se han quedado en el silencio más profundo cuando todo ha vuelto a la calma. Ya a las 5 de la mañana.
Quisiera mandar un mensaje a toda persona que se dedica a maltratar a otra: "Si piensas que por la fuerza vas a tenerle a tu lado, ojalá ardas en el infierno".
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