la mueves suavemente y piensan,
dónde estás, dónde estuviste,
cómo, y por qué así te retrataste, por qué así te retrajiste.
cómo, y por qué así te retrataste, por qué así te retrajiste.
El rojo intenso de los labios delata el sabor que guardaba la botella,
la sutileza con la que tus manos lo abrazan.
Son segundos los que evocan provocación. Tu los insinuabas.
Te enorgulleces de ti, de tu esfuerzo, de tu sudor.
Eres capaz de beberte, y extraer tu esencia sin rebajarte a regalar a nadie tu tiempo.
Soy palabras, soy silencios, soy un arcoiris de colores tenues e intensos.
Soy corrientes en el cielo, viento que con gusto despeina cabellos.
¿Seré que quiero ser?
¿Tendré fuerzas para pelear por serme siempre fiel?
Cierro los ojos,
siento el rojo al degustarte,
me quemas, y para siempre perduras.
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