Sentada en un sofá que tiene una historia que desconozco,
mirando cuadros que hablan en otro idioma, libros,
que dejan visible los gustos y apetencias de su persona.
Ella era artista, soñadora,
entusiasmada por el arte, la pintura y la opera.
Perdone, ¿le conozco?
El caracol lleva su casa, y sin ella no es caracol.
Por eso ahora mismo pienso en los sin techo.
Vuelvo a su estantería, al lado de la biblia una caja con dos bolas del yin y el yang, y una aguja.
No comprendo. ¿Qué me quiere decir?
No la veo.
Llevo dos días sin dormir. Es el miedo.
Intento no pensar. Pero estoy aquí, y todos lejos.
Vuelvo a despertar, explorando una historia pasada con otra, que no ha hecho más que empezar.
Sara Nievas
Creo que si ella amaba el arte y la música estará encantada de que hagas tuyo también ese nuevo espacio para ti. Los cambios dan miedo y las ausencias nostalgia, no temas, leo que estás interesada en muchas cosas buenas de la vida, eso ayuda mucho. Seguiré tu blog y tu música. Bienvenida.
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