Los menores ¿Navegan seguros en Internet?

El ciberespacio nos muestra una plataforma de contenido infinito en el que uno puede encontrar todo lo que se propone. Es tal tu extensión, que hace imposible aislar a un menor de contenidos no aptos para su edad. 

Un problema de seguridad que preocupa a muchos padres y madres es la pornografia e imágener eróticas, ya que internet es un espacio amplio en contenido y muchas veces ni los filtros son suficientes para proteger a los hijos de contenido sexuales,  violencia, armas, drogas etc.

Actualmente se empieza a hablar del termino "grooming" que consistente en acciones deliberadas por parte de un adulto de cara a establecer lazos de amistad con un niño o niña en Internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del menor o incluso como preparación para un encuentro sexual".

El ciberacoso es otro término cada vez más oído. Y para ello existen aplicaciones tales como la del ciberguardian, una aplicación capaz de conectarse a una red social y extraer automáticamente información de las páginas web. Consta de un robot de extracción (o 'crawler ) y un módulo inteligente que analiza los textos que el robot ha recuperado para determinar, si forman parte del grupo de palabras clave del diccionario que la aplicación lee. Y yome pregunto ¿ Hasta que punto el lícito que alguién espíe y controle tus comentarios, mensajes, amigos, etc.?

Ésta aplicación también está aplicandose al marketing, ¡como no!, ya que puede identificarse una estructura de datos,en la que se pueden estudiar los roles que aparecen en la red, líderes, propagación de la información y así como los rumores.

La realidad virtual no tiene límites, y las redes sociales, foros y comunidades pueden ser un campo tanto o más adictivo que el tabaco. Por ello, mucho ánimo a los padres que se enfrentan cada día a este problema, que es la seguridad en la red. Y a los que no son padres, pero están en la nube.


Suerte y cuidado con el " Gran Hermano" que cada vez con más persistencia nos vigila, y no precisamente para frenar el ciberacoso o grooming, sino para vendernos más.